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jueves, 10 de julio de 2014

Lágrimas de gavial

Lágrimas de gavial

Olvidan...
Olvidan los que aman
con la boca grande,
el corazón aún pequeño.

Olvidan...
Olvidan los que lloran
como si no hubiera mañana
a la vuelta de la esquina.

Y mientras tanto,
en el fondo de ese pozo abandonado
riela la amarga sonrisa de la luna.

Los soles, gemelos, se apagan
y llueve vino y absenta sobre el polvo de los campos
de vuelta a la estrangulada sima de los reflejos.


Hazel Messiatz (10/07/2014)

Para puristas que asomen las narices por aquí: separo en estrofas, no estoy intentando, siquiera, "asonetar" la estructura del poema. A veces parece que hay que explicarlo todo a quienes, normalmente, se inventan las intenciones del artista. Y sí, el título es un chiste fácil (fácil para quienes sepan algo de zoología), como parodia, justamente. 

martes, 8 de julio de 2014

Irisaciones de tinta bajo un alba de llagas

He aquí el primer esbozo del nuevo rumbo poético. Composición de tren, con sus baches incluidos. :)

Tras una pausa más larga de lo que habría sido procedente, pero al mismo tiempo, menos de lo esperado, con alguna interrupción en la que me salté los principios que guiaban mi huelga poética, aquí estoy de nuevo. Aún no he leído todo lo que quería y debía leer, aún no he asimilado gran cosa de lo que lastraba mis ritmos hacia tiempos pasados (sé, yo sé que eso es justamente lo que late dentro de mí, que no es una pose, pero entiendo la máscara de la apariencia y que, salvo en lo más íntimo, debo cambiar algunas cosas en mi poesía), pero ya he acometido algunos cambios, torpes, sí, pero cambios de los que he de ir dejando constancia justamente ahora que ya no me avergüenzo de mis errores, en este instante en el que finalmente los he aceptado como la mejor de cuantas experiencias puede depararme mi aprendizaje.



"Irisaciones de tinta bajo un alba de llagas"

He vuelto a los silencios.
Soy el viento en las dunas de la mente.
Los pasos se me inscriben sonrojados
de satrapías hiperbóreas
y rayos de tierra salada.
El hambre nos recorre las caderas
en una espiral de fuego tan lento
que forma columnas, sostenes
de un viejo gigante varado
entre mudas fantasías. Su cadáver
será pasto de las horas,
de tu brisa.

Hazel Messiatz (07/07/2014)